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Explora los principales desafíos de ciberseguridad en el sector educativo y descubre consejos prácticos para ejecutivos sobre cómo mejorar la seguridad en sus instituciones.
El sector educativo enfrenta una creciente amenaza de ciberataques, un problema que ha sido particularmente agudo en los últimos años debido al rápido avance tecnológico. Sarah Lawson, CISO y Vicepresidenta de TI del University College London (UCL), comparte su visión sobre los retos y oportunidades en este ámbito.
Los responsables de la ciberseguridad en el sector educativo, como Lawson, enfrentan varios desafíos críticos:
La habilidad de un CISO para comunicar los conceptos de ciberseguridad de manera clara y relevante es crucial. Los profesionales deben traducir estos conceptos en términos que sean comprensibles para su audiencia, asegurando que todos comprendan cómo gestionar los riesgos cibernéticos.
Con la escasez de talento en ciberseguridad, muchas instituciones están capacitando a personas nuevas en el campo. No es necesario ser un experto para contribuir; habilidades como la comunicación y el análisis son valiosas. Lawson destaca la importancia de crear trayectorias profesionales para junior staff, permitiéndoles explorar áreas como la gestión de riesgos y la respuesta a incidentes.
La diversidad es esencial en el ámbito de la ciberseguridad. Lawson enfatiza que un equipo diverso puede entender mejor los riesgos y comunicarse de manera efectiva con una población igualmente diversa. Además, es vital atraer a más mujeres al sector, destacando que no se necesita ser un experto técnico para hacer una contribución significativa.
Para mejorar la seguridad en el campus, las instituciones deben incentivar a los ”campeones de seguridad”. Estas son personas que comprenden los riesgos de sus áreas específicas y pueden ayudar a sensibilizar a sus compañeros. Por ejemplo, demostraciones en vivo sobre los peligros del uso de Wi-Fi público pueden ser herramientas efectivas para transmitir la importancia de la seguridad.
La presión sobre los CISOs ha aumentado, con reportes de agotamiento en la profesión. Lawson sugiere que no se debe medir el éxito únicamente por la cantidad de incidentes, sino también por el establecimiento de redes de apoyo que pueden ser cruciales en momentos difíciles.
La colaboración entre CISOs en el sector educativo es fundamental. Compartir información sobre amenazas y estrategias de mitigación ayuda a las instituciones a fortalecer su postura de seguridad. Las discusiones abiertas pueden generar soluciones efectivas y rápidas.
Lawson aboga por relaciones de confianza a largo plazo con los proveedores de tecnología. La transparencia y la comunicación honesta son clave para construir estas relaciones. Los proveedores deben ser claros sobre sus objetivos y productos, y reconocer que los presupuestos son limitados.
A medida que el sector educativo navega por el complejo paisaje de la ciberseguridad, es crucial que los líderes del sector se mantengan informados y preparados. La colaboración, la diversidad y la educación continua son estrategias esenciales para fortalecer la seguridad. ¿Cómo están gestionando las instituciones educativas los desafíos de ciberseguridad en su entorno? Invitar a la reflexión sobre este tema puede generar un diálogo constructivo y mejorar la seguridad en el sector.
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